jueves, 30 de agosto de 2012

Pantalones y sexycidad


Tengo unos pantalones indecentemente cortos.
Son unos pantalones vaqueros cortos, muy cortos, tan cortos que nunca me los pongo por eso, porque son indecentemente cortos. Son esa clase de pantalones que te hacen piernas de kilómetro y medio, enseñan tu poco culo, tus grandes muslos y tu preocupante celulitis. Hoy me daba igual todo eso, porque me he levantado sintiéndome sexy y no había nada mejor que mis pantalones indecentemente cortos.
Todos tenemos un día, o un momento al día, en el que nos sentimos guapos, sexys, deseables. Ese momento suele coincidir con un día en el que no tengas que salir a la calle más que a tirar la basura, o sean las doce de la noche de un martes, o cualquier cosa con tal de que no te vea nadie. Pero a ti te da igual, debe darte igual, porque ese día te sientes sexy y te basta con mirarte al espejo para que te entren ganas de bailar, cantar a voz en grito como cualquier triunfito y practicar tus mejores caras.
Qué decir a eso. Todos somos un poco idiotas, pero nos sentimos felices siéndolo. Dicho esto os dejo, porque hoy llevo un día muy idiota y me apetece ponerme a bailar frente al espejo con mis pantalones indecentemente cortos.
Hoy me siento sexy.

PD: ¿Sexycidad, qué es eso?