domingo, 20 de mayo de 2012

No te olvides.

No olvides que una noche cualquiera la lluvia nos vio despedirnos, callando todo lo que nuestros labios no supieron decir, todo lo que importaba y de lo que nos arrepentimos entre lágrimas con sabor a lluvia.
No olvides que me hiciste sonreír cuando sólo quería llorar, que me acompañaste cuando estaba sola, que fuiste mi soporte, mi amigo, mi mecenas.
No olvides los momentos que pasamos, como perfectos desconocidos que se convierten en amigos desde siempre, las largas caminatas por sitios desconocidos, los paseos junto al río, las carreras bajo la lluvia, las interminables horas viendo cosas maravillosas.
No olvides todo lo que reímos juntos, no olvides los arbotantes, los magníficos, todas las locuras que gritamos a un mundo que no nos comprendía.
No te olvides que, una noche cualquiera, la luna nos vio ser felices, por última vez antes de que el cielo empezara a llorar ante el primer y último abrazo que nos daríamos jamás.
No te olvides de mí.